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25 Mar Málaga

¿Cuándo rehabilitar térmicamente?


   Por ley, desde el mes de octubre de 2006, es obligatorio aislar los edificios existentes por encima de unos mínimos cuando haya modificaciones, reformas o rehabilitaciones que afecten a más del 25% del total de los cerramientos de un edificio que cuente con una superficie útil superior a 1.000 m2.

  Aparte de lo establecido por la ley, para cualquier edificio de más de 20 años o insuficientemente aislado, se estima aconsejable una rehabilitación térmica con la que podría alcanzarse, fácilmente, un ahorro del 50% de la energía consumida en calefacción y/o refrigeración.
 
   En la práctica, hay que tener en cuenta que en la realización de una obra en un edificio, la mayor parte de los costes se deben a la mano de obra, montaje de andamios, etc. Por esto, asumiendo que esos costes fijos se van a afrontar, una vez se haya decidido realizar una reforma de cualquier naturaleza, deberá considerarse, además, una mejora en aislamiento, aunque este no haya sido el motivo principal de la rehabilitación.
 
   Aunque el motivo que haya originado una reforma no sea mejorar el aislamiento térmico, con un pequeño esfuerzo adicional se puede acometer la rehabilitación térmica del edificio. Una rehabilitación térmica media, considerando el coste total de la obra y del aislamiento, se puede amortizar en 5-7 años.
 
   Considerando la larga vida media del aislamiento, se podrá ahorrar en ese periodo de 8 a 9 veces más de lo que costó toda la rehabilitación.
 
   Veamos algunos ejemplos prácticos:
 
– Reparación de goteras y humedades: aproveche esta reforma para realizar también la rehabilitación térmica de la cubierta y su aislamiento.
 
– “Lavado de cara” del edificio: aproveche para acometer la rehabilitación térmica de las fachadas y su aislamiento. Si se tiene la necesidad de sustituir las ventanas: aproveche para incluir ventanas de calidad con unidades de vidrio aislante (doble acristalamiento) con vidrio bajo emisivo y marcos con “rotura de puente térmico” que son muy eficientes energéticamente. En este caso, el aire seco y estanco trabaja como aislante.
 
– Obras de fontanería: aproveche el cambio de tuberías de agua caliente de la vivienda para aislarlas correctamente.
 
   El aislamiento es el único material de la obra que se amortiza por el ahorro económico que proporciona. NO se ve... PERO se nota.



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